¿Puede el Solarpunk (AKA Ecotopias) ayudar a movilizarnos contra la catástrofe climática ?


Frederic Jameson dijo una vez que es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo. Este pesimismo apocalíptico es un problema para los movimientos progresistas porque mucha gente no cree actualmente que un mundo mejor sea posible.

Esta falta de imaginación se debe, por un lado, a un presente plagado de crisis, en el que, sobre todo en los últimos años, se han reunido muchas cosas bajo el título de crisis múltiples.

Por otra parte la ideología neo-liberal también ha estado alimentando el pesimismo desde la década de 1970 y haciendo todo lo posible para presentar el statu quo como si no hubiera alternativas y viviéramos ya de hecho en el mejor de todos los mundos.

Las historias distópicas se han vuelto extremadamente populares en el cine y la literatura desde la década de 1990. Juego de Tronos hizo grande el “género sombrío”, que se centra en una visión darwinista social y cínica de la humanidad.

La ciencia ficción, originalmente caracterizada principalmente por el optimismo sobre el futuro de la humanidad, también fue influenciada en los años 90 por películas como Matrix y Blade Runner e innumerables imitadores: el “cyberpunk” que continúa hasta el día de hoy. Estas historias cyberpunk tienen en común el mundo inhumano, cada vez más monitorizado y gobernado por corporaciones, en el que los personajes principales se rebelan contra las condiciones, de ahí el sufijo “punk”. En la mayoría de las historias, los rebeldes pueden lograr pequeños éxitos parciales, pero no pueden cambiar el sistema actual. Básicamente el futuro es pero que el presente, sólo que con más láseres y ordenadores más rápidos.

Historias de un futuro mejor

Creo que la imaginación es la herramienta más útil que posee la humanidad. No se trata de un medio para hacer dinero. Tampoco es un arma, aunque todas las armas y herramientas se originan gracias a ella, y su uso o no depende asimismo de ella. La imaginación es un medio indispensable para ser y permanecer humanos.” (Ursula K. Le Guin)

En Brasil, en el año 2012, se publica la antología de relatos “Solarpunk: Histórias ecológicas e fantásticas em um mundo sustentável, generando un contramovimiento mundial a la distópia mainstream y que en España llamamos actualmente Ecotopias.

La superposición con los valores del movimiento por la justicia climática es inmensa: Solarpunk se centra menos en apelaciones a los gobiernos y más en imaginar y construir un futuro mejor nuevamente a través de los llamados “laboratorios vivientes”, el arte y la literatura.

Los laboratorios del mundo real son proyectos de base, como huertos comunitarios, eco-aldeas, talleres abiertos y espacios para creadores: lugares donde ya se puede experimentar la solidaridad y romper el aislamiento. En tiempos de crisis, estos también pueden convertirse en infraestructuras importantes para la población, como lo han demostrado los ejemplos de Grecia y América del Sur.

Las historias y obras de arte de Solarpunk están ambientadas en un futuro que es postcapitalista, democrático, sostenible e interseccional; muestran sociedades que han aceptado los desafíos del cambio climático y se han vuelto humanas en el proceso.

Un número sorprendente de los personajes principales del género son queer, discapacitados y/o personas de color: el movimiento se toma en serio la diversidad y, por lo tanto, se destaca de la corriente principal (de ciencia ficción). Al mismo tiempo, las visiones no suelen ser ingenuas: reconocen que la catástrofe climática es traumática y mortal, pero se niegan a volverse desesperanzadas y apocalípticas por ello.

Como ejemplos, en España tenemos, desde 2023, el concurso anual “Relatos Ecotópicos” de Ecologistas en Acción y la Marea , y el comic “Ecotopias”, en el que Greenpeace ha reunido a un grupo de dibujantes y guionistas que, arropadas por la editorial Astiberri, articulan un conjunto de relatos, potentes artefactos visionarios con un objetivo común: imaginar el futuro para cambiar el presente.

En el mundo anglosajón y traducidos al español, tenemos entre otros, “Walkaway” de Cory Doctorow, en el que las comunidades utilizan tecnologías como impresoras 3D, economía circular y energías renovables para fundar sociedades anarquistas autosuficientes y Monje & Robot de Becky Chambers que muestra un mundo ecotópico completamente desarrollado y en gran medida armonioso.

Un nuevo movimiento

Estratégicamente, el enfoque de las visiones positivas se elige inteligentemente: es mucho más probable que las historias orientadas a soluciones atraigan a la gente a involucrarse que las descripciones de los problemas. La psicología política ha descubierto que emociones como el miedo tienden a despertar impulsos conservadores en las personas, mientras que las historias alentadoras y empoderadoras despiertan actitudes progresistas. Y a diferencia de los panfletos o tratados académicos de izquierda, las historias, las obras de arte y los laboratorios del mundo real no sólo atraen a la cabeza, sino que también hacen de la utopía una experiencia emocional.

Solarpunk es todavía un movimiento muy joven, pero con el potencial de ganarse a una mayor parte de la población para un mundo respetuoso con el clima y dar nuevas esperanzas a los activistas ya comprometidos. El movimiento por la justicia climática podría utilizar un brazo tan artístico y optimista.

Este texto apareció originalmente en el periódico Analyse&Kritik en 2023. He añadido/modificado algunos párrafos para las personas lectoras en español.


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