🚦Las Tres Edades del Solarpunk🌱🏵️🫐

Vamos a sumergirnos, no solo en el planteamiento de las Tres Edades del Solarpunk, sino en recoger algunas propuestas que puedan catalizar el urgente avance necesario para alcanzar la implantación del Solarpunk.

En el extracto citado a continuación, del artículo Solarpunk — Lentes y Cimientos, se recoge la definición de las tres edades del Solarpunk que adapto y recojo en esta ilustración.

«Algunos de los creadores e investigadores de Solarpunk proponen divisiones del género en las tres “edades”:

La “pre-Solarpunk”, un mundo presente en el que las ideas y los jeroglíficos recién comienzan a desarrollarse, como hoy.

La “Solarpunk”, un futuro lejano en el que el choque entre las narrativas y las perspectivas se convierte en la corriente principal e influye en la forma de la civilización.

La “post-Solarpunk”, un futuro muy lejano en el que sus ideas ya han ganado y la utopía está (¿totalmente?) realizada.»

Muchos libros y antologías ya publicados como Solarpunk, podrían clasificarse en la categoría post-Solarpunk, por varias razones:

En primer lugar, es mucho más fácil inspirar a otros con una visión de un mundo ya materializado, con valores ya interiorizados por sus sociedades, donde podemos mostrarlos.

En segundo lugar, es mucho más fácil publicar algo menos “áspero” y polarizador o comentar sobre política muy real.

Y en tercer lugar, intentar imaginar un camino desde “aquí” a tal utopía requiere una cantidad asombrosa de conocimiento en muchos campos; hipótesis arriesgadas sobre economías, culturas, sociedades y clima, todo lo cual fácilmente podría volverse obsoleto y directamente ridículo. El post-Solarpunk es, entonces, una apuesta mucho más segura para publicar tu historia.

Entonces comparto el análisis de que una gran parte de por qué tanta gente se resiste a escribir Solarpunk es que requiere que reconozcas y superes el trauma que se avecina. Mientras que la cultura popular actual quiere que escapes a un mundo de fantasía, te rindas directamente, renunciando a cualquier responsabilidad y abraces una tergiversada rebeldía que repita los modelos de sometimiento, Solarpunk quiere que admitas que todos sufriremos pero lo superaremos logrando construir un modelo de vida más sano. Necesitamos procesar eso, sin racionalizarlo o romantizarlo. Solo una vez que lo hacemos, una vez que podemos contener esta emoción desagradable en nosotros mismos, podemos comenzar a ver la esperanza más allá, la esperanza que nos permite reconstruir, no solo un cuento de hadas ingenuo, sino un camino empinado pero transitable.

Para delinear y comprender completamente el Solarpunk, debemos notar un aspecto más, extremadamente importante: su voluntad de mirar fuera de Occidente, permitiendo que personas de todo el mundo, especialmente del Sur Global, cuenten sus propias historias y compartan sus problemas locales y perspectivas. Los futuros de Solarpunk no son solo ciudades globalizadas en EE.UU. o China, sino también las comunidades de Malasia, Colombia, Burkina Faso o Chequia.

Si bien en la cultura global de habla inglesa hay muy pocos libros cercanos a la ciencia ficción que aborden los problemas reales, como los cambios climáticos, hay aún menos obras de este tipo del Sur Global. Muchos países poscoloniales están luchando por encontrar una nueva narrativa para sí mismos, especialmente dada la economía del mercado editorial. Es mucho, mucho más fácil vender una historia pornográfica de pobreza africana que un sueño de independencia y un futuro esperanzador y sostenible del continente.

Añado. Debemos arriesgar y probar a explorar diversas posibilidades pre-Solarpunk que nos permitan andar el camino hacia un Solarpunk conectado, no divorciado, con el ahora, sin dormirse en los laureles como escapismo en un futuro inalcanzable, ni acomodarse en las garras del fatalismo.

Economía del cuidado para la cUIdadanía

No es casual que vivamos en el tiempo de la mayor concentración de riqueza en pocas manos y la mayor extralimitación de los límites planetarios y situación social cada vez más reaccionaria y precaria de la humanidad. De tomarnos en serio este momento de alerta, podemos valorar con acierto la urgente necesidad de migrar a otro sistema económico, a ser posible, uno compatible con la prosperidad de la vida.

El actual modelo del Monopoly que vivimos, de estafa piramidal Ponzi, puede superarse más allá del Oligopolio, hacia un Panpolio (por seguir la evolución del lenguaje, aunque podríamos explorar otros nombres en lenguas nativas).

Una posible opción a explorar, desarrollar y generalizar es la defendida por la red feminista internacionalista por la economía del dar (del regalo, don, o basada en recursos), que rechaza con rotundidad los modelos económicos basados en el intercambio apostando por uno del dar para cubrir necesidades en lugar de para recibir a cambio.

Vaughan, fundadora de la red, propone este cambio de paradigma para una economía del cuidado y sociedad saludable que reconstruya el vivir en comunidad. Su enfoque se construye desde la base del cuidado en la crianza, siendo conscientes de que los bebés no ofrecen nada a cambio en el momento de ser provistos por sus progenitores.

Ella defiende que el intercambio, incluido el salarial, está basado en una lógica mercantilista acaparadora que deshumaniza y aliena las relaciones sociales y perpetúa desigualdades estructurales. Por tanto, ha de rechazarse tal lógica en favor de un dar unilateral que satisfaga las necesidades humanas sin mediaciones monetarias ni expectativas de retorno inmediato ni equivalente. Vaughan argumenta que las sociedades capitalistas han distorsionado la práctica del dar al priorizar el intercambio mercantil, que parasita el trabajo no remunerado de cuidado y generosidad (como el de las madres y la naturaleza). Una madre da como el sol, sin pedir a cambio.

Con propuestas como esta, podemos vislumbrar un sistema económico post-monetario, próspero, que abarque tanto el trabajo reproductivo como el productivo.

La gran transformación de hoy es desmercantilizar la vida. Ni la gente ni la naturaleza somos mercancías.

El semáforo Solarpunk 🚦

El semáforo Solarpunk está en rojo, ¿qué quiere decir esto?

Que actualmente rebasamos los límites de la Zona de Habitabilidad (ZH) de la Tierra, en materia social y ecológica, y tenemos que actuar, parar antes de que sea del todo inhabitable, esparciendo las semillas que puedan hacer germinar una Revolución Solarpunk.

En la Zona de Habitabilidad es donde se dan las condiciones para que pueda existir vida, como la conocemos, aunque otros aspectos pueden evitar que se dé, como sucede en Venus y Marte.

Tratar de ir hacia el Solarpunk puede ejemplificarse con una imagen, la de desplazar a la humanidad 🌍 hacia la “órbita” de una Zona de Habitabilidad Ecosocial, un espacio de funcionamiento seguro (Safe Operating Space).

Los elementos que introducimos dentro del concepto Solarpunk pueden ir variando y divergiendo cual propiedad comunal, pero los límites que marca la ZHE son una brújula en ese proceso.

Esta propuesta, totalmente apartidista, es un enfoque decrecentista que fija límites saludables para una vida próspera.

Democracia Directa

La sociedad valenciana ha pedido ya la destitución de Mazón.

Sin embargo, nada evita que la sustitución de una persona por otra acabe con resultados y dinámicas similares: hacer caso omiso a la ciencia, ocultar activamente la verdad, pensar en el corto plazo y en el beneficio de unos pocos…

Cuando hablamos de Democracia Directa, existen diversas fórmulas, pero todas tienen en común tratar de que la población logre expresar su voluntad sin que sea tergiversada a favor de intereses elitistas.

Actualmente, el movimiento Extinction Rebellion apuesta por pedir a los políticos (exigir) que se les dé carácter vinculante y permanente a asambleas ciudadanas que afronten con valentía y asesoramiento experto las medidas ecosociales que sean más necesarias actualmente, pero a poco que investigamos los logros alcanzados por estas en el mundo, llegamos a la conclusión de que con la urgencia que tenemos para evitar la extinción o mitigarla, es más que insuficiente esta fórmula, sobre todo porque sigue anclada en la petición y no en la construcción de alternativa.

Eficacia de las asambleas ciudadanas y los modelos políticos según la IA:

Las medidas aprobadas por asambleas ciudadanas suelen ser diluidas debido a la influencia de intereses económicos. Esto refleja los límites de las democracias representativas para abordar problemas estructurales como la contaminación causada por las élites económicas. El Confederalismo Democrático, basado en la redistribución, economía comunitaria y democracia directa (gobernanza distribuida), podría teóricamente superar estas barreras, ya que rompe con la estructura estatal que facilita la acumulación de riqueza a costa del medio ambiente.

Un modelo confederal buscaría:

Descentralizar decisiones climáticas: Las comunidades locales tendrían mayor control sobre su territorio, evitando la captura regulatoria por corporaciones.

Economía sostenible: Sustitución de la acumulación por modelos cooperativos y redistributivos, reduciendo la producción innecesaria.

Justicia climática: Priorizar a las mayorías afectadas en lugar de intereses elitistas.

Hasta la IA se posiciona en favor de otros modelos de participación que sí construyen Democracia Directa, como el Confederalismo Democrático de Rojava (Kurdistán), o las asambleas de Chiapas. Por desgracia, a mayor efectividad y ambiciosa la participación, más feroces y armados son los ataques hacia la población. En España están en el grado de las multas y las amenazas de cárcel, aún no nos disparan, pero igual nos matan sus incompetencias en la gestión de las catástrofes climáticas como la DANA, sus antipolíticas de vivienda, etc.

Si nos van a matar igual, más nos vale comenzar a explorar las fórmulas legales que permitan abrirle las puertas a la Democracia Directa en España, eso sí, por nuestra parte desde la no violencia, aunque como está más que comprobado, no sorprenderá que la respuesta sea aún más virulenta desde los megaricos que controlan este Monopoly.

Eutopía Solarpunk vs Distopía Cyberpunk

De la u-topía, el no-lugar, a la eu-topía, un buen lugar. Mientras que vivimos en un clima de negación frente a la capacidad de imaginar futuros prósperos, la utopía se utiliza como término que niegue la posibilidad de la mejora en el que algunas mentes construyan su versión de la perfección, y como ejercicio de deconstruir ese muro imaginario, me decanto por el término eutopía como futuro más positivo construido desde el presente.

La eutopía Solarpunk no carece de disputas, sino fluctuaciones de tensión entre los intereses de sus integrantes, a pesar de las estructuras cooperativas que faciliten limar asperezas y afrontar retos en común, e intentos de volver a regímenes autoritarios por quienes no admiten dicho modelo.

Una definición diferente de eutopía para Solarpunk, es un mundo en el que una mayoría reconoce los problemas a los que nos enfrentamos: el caos climático, la insostenibilidad de nuestras tecnologías actuales, economías, civilización, el fracaso del modelo mercantil y laboral de productivismo extractivista que vuelve obsoletos a los humanos sin alternativa de sustento frente a la ruptura entre la automatización y generación de esclavismo laboral, y en el que acordamos actuar al respecto. Todos no necesitan ponerse de acuerdo sobre los pasos específicos a seguir, pero sí están listos para discutirlos.

Hoy, bajo el sometimiento del bombardeo mediático del miedo, cuesta muchísimo alimentar al lobo bueno. Se impulsa constantemente una tendencia generalizada morbosa por dar atención a la desgracia e imaginar futuros catastróficos, pesimismo heredado por la capacidad de ver cosas donde no las hay (pareidolia), cuando antaño detectar a tiempo una posible amenaza era cuestión de vida o muerte, como un par de hojas que puedan ser los ojos de un animal que te caza.

El Cyberpunk es un subgénero de ciencia ficción, conocido por reflejar visiones distópicas del futuro en las cuales se combinan la tecnología avanzada con un bajo nivel de vida. Estéticamente, se caracteriza por el uso de luces de neón, y socialmente se respira un ambiente de rebeldía que repite los ciclos de represión, con megacorporaciones y el mantra de que a pesar de plantar cara, la lucha contra el poder es imposible de ganar.

El Cyberpunk idealiza la opresión y la lucha. No quiere mostrarnos el mundo por el que vale la pena luchar, quiere que nos deleitemos en ser aplastados y rebelarnos, porque la virtud no está en encontrar una salida, está en participar en esta lucha.

Y es que la distopía es también un poderoso elemento de sometimiento del Capitalismo, que lejos de hacerle daño, reduce el umbral de tolerancia al horror, neutraliza el lenguaje de la cruda realidad con eufemismos, normaliza y acostumbra a aceptar que sea inevitable el colapso sin que exista ninguna vía efectiva para rebelarse y transformar la realidad. De nada sirve gritar hoy: ¡que viene el lobo!, a una civilización anestesiada, secuestrada y atada de manos por la estructura que protege a la élite que abandera esta abominable situación límite.

¿Por qué el Capitalismo no le teme a la Distopía?

¿Quieres activarte y hacer algo?, entra a XR-RC, discute estas ideas y aporta las tuyas.

Necesitamos apoyarnos mutuamente y sumar las ideas más potentes que logremos reunir para revertir esta situación. Aún respiramos, aún podemos hacer algo, ya, ahora, estamos a último día y hay que entregar la tarea si mañana queremos estar con vida para disfrutar de lo que nos haga sonreír en la Tierra.

¡Democracia Directa o Extinción!